jueves, 26 de febrero de 2009

Por qué no hay que pedir nunca el matrimonio a tu novia en un estadio de la NBA

Un claro ejemplo de por qué no hay que pedir nunca el matrimonio a tu novia en un estadio de la NBA, si sale bien queda todo muy bonito, pero si sale mal... que vergüenza...
Pobre chaval, hasta los jugadores se ríen de él y el único que le consuela es la mascota: